Típico. Llegamos de un periodo de calor y vacaciones a coger la rutina y a marcarnos objetivos en esta nueva etapa. Uno de ellos, quitarnos esos kilitos que se han añadido a nuestro cuerpo, no sabemos cómo, y ponernos en forma.
Pero como nos gusta seguir disfrutando de la vida llega una importante pregunta ¿con qué engordaré menos, tomándome una jarra de cerveza o una copa de vino?
La respuesta la dan desde el Colegio de Dietistas y Nutricionistas de Castilla y León: A pesar de que el vino contiene más calorías (70 por ml frente a las 50 de la cerveza), es la cerveza la que nos engorda más normalmente.
¿Por qué? Porque tomamos más cantidad. Sencillamente porque una copa de vino suele contener menos volumen que una caña o un tercio, por lo que las calorías se equiparan. Normalmente si bebemos vino no solemos pecar en cantidad, mientras que en una tarde de cañas no es raro que caigan bastante más consumiciones. Una única lata de cerveza tiene 139,92 kcal, además de 10 gramos de hidratos de carbono y 13 gramos de alcohol.
Pero hay que tener en cuenta qué tipo de vino estamos tomando para saber el efecto que produce en nuestro cuerpo. Porque cuanto más joven sea el vino más azúcar tendrá. Para tener una dieta equilibrada lo óptimo es elegir un vino con más de dos años.
Y si de colores va la cosa, mejor el blanco al tener menos azúcar que el tinto.