En Bodegas el Inicio seguimos apuntalando el futuro próximo en las diferentes D.O. dónde elaboramos nuestros vinos. En esta ocasión ha sido el turno de la de Rueda, la segunda Denominación que más botellas de vino embotellado vende de España. Lo hacemos con la adquisición de una finca en el ámbito amparado por esta Denominación de Origen en el término vallisoletano de Nava del Rey, elegido tras una búsqueda exhaustiva. La elevación de los terrenos y las propiedades del suelo les hace óptimos para el objetivo que se marca la bodega: elaborar un vino ecológico de calidad.
Se trata de un terreno irregular con varias laderas que facilitarán la insolación de las plantas. Desde allí se ofrecen unas magníficas vistas de todo el pueblo de Nava, incluyendo las emblemáticas dos torres de las iglesias de Alaejos gracias a la visibilidad de varias decenas de kilómetros.
El sistema de formación de los viñedos es en espaldera y riego por goteo gracias al agua que se obtiene de un pozo propio. Para más señas, el marco de plantación es de 3 metros por 1,4 metros con 2.380 cepas por hectárea; el fin es no sobrecargar cada cepa con demasiados racimos y primar la calidad frente a la cantidad.
Los suelos, franco-arcillosos con mucho canto rodado (cascajo), son los típicos de esta zona de Nava del Rey. Se han visto volteados gracias al trabajo realizado con un Bulldozer D-9 con el fin de airear el terreno y facilitar la plantación.
La apuesta por el vino Ecológico
La idea de El Inicio es que la uva procedente de estos viñedos den a luz un nuevo vino Verdejo, en ecológico y al margen de la actual marca Pluma Blanca, de la que se comercializan 80.000 botellas.
Todavía se trata de un proyecto recién nacido que irá encaminándose a medida de que se pueda ver el verdadero potencial de la viña. De momento, en el primer trimestre del año se han plantado 13,87 hectáreas de viñedo y las restantes, 9,46 hectáreas, se plantarán a principios de 2018. Todas las plantas serán de la variedad Verdejo, a excepción de una de las hectáreas que contendrá la variedad Viognier, con potencial para producir vinos con cuerpo y con carácter suave. “Lo hacemos con el fin de dar retoques tras comprobar el gran resultado que da en esa zona. Aunque no esté acogido a la D.O., no se descarta obtener algún vino con marchamo de Vino de la Tierra de Castilla y León”, explica Alfonso Velasco, gerente de la bodega.
Y es que tenemos mucho interés en elaborar un vino ecológico de calidad para dar respuesta al consumidor final, que tiende hacia lo natural. “En nuestra labor comercial del día a día, el mercado tiende hacia lo natural, lo ecológico, especialmente fuera de España, zona en la que invertimos grandes esfuerzos. Además, entendemos que es la mejor manera de diferenciarnos en una zona de moda”, concluye Velasco.