Cena de Fin de Año y vino, vino y comida de Año Nuevo. No podemos separar estos dos elementos cuando nos reunimos alrededor de una mesa para disfrutar de estas fiestas con la familia o amigos. La elaboración de los platos es muy cuidada, como también lo es la de los vinos que los acompañan, aunque en este último caso la responsabilidad suele correr a cargo de las bodegas elaboradoras.
Y si los platos son importantes no tiene que ser menos el caldo que se elige. Los entrantes son ideales para saborear un frizzante, un leve toque de alcohol con la burbuja y el dulzor que caracterizan a estos vinos. A partir de ahí recomendamos vinos más intensos para platos cada vez más contundentes. Las carnes maridan muy bien con los elaborados con la Tempranillo de la Ribera del Duero. Los pescados no casan nada mal con el Verdejo característico de la DO Rueda. Pero si en la mesa hacen acto de presencia los mariscos, no dejes de acompañarlos con un buen Albariño Rías Baixas.
Pero lo principal, elijas el vino que elijas, es que disfrutéis de la comida con lo que más os guste, porque el gusto es muy personal. Y sobre todo, ¡que disfrutéis de estas fiestas!