Hablar de Envero es hablar de cambio, de desarrollo. De una época que si hablamos de viñedo da como resultado unos paisajes excepcionales gracias a los colores que consigue la naturaleza. Y ese periodo es el que ha dado comienzo en la Ribera del Duero donde ya es una delicia pasear y ver como el fruto de las plantas va cambiando de color iniciando la cuenta atrás para su recogida final.
Un envero y un cambio producido por el sol y el calor de sus rayos, que continuará durante las próximas semanas hasta que los racimos de uva hasta conseguir el color deseado de la tempranillo que tanto nos gusta para elaborar nuestro Rivendel. Y ojalá todo sea propicio para que Admiración 2016 se convierta en realidad.