Durante estos días estamos muy atentos a todos los cambios que se producen en el campo. Seguir el espectáculo que se produce en las viñas con el envero, momento en que las uvas dejan de crecer para comenzar su última fase de maduración. Las bayas han engordado y su piel empieza a hacerse más fina y a cambiar de color. En la Ribera del Duero nuestro tempranillo ve como los racimos pasan del verde a los matices azulados pasando por distintas gamas.
Y es esta la época en la que ajustamos la carga de las cepas, que este año vienen generosas de racimos. Vamos, que vamos preparando todo para cuando llegue el gran momento.
¿Y no es un gustazo hacerlo viendo a nuestro alrededor también tanto colorido? Los girasoles se apuntan a la fiesta.