Hoy queremos hablar de la denominada ‘enfermedad de la botella’. Un defecto del vino que podemos encontrarnos al descorchar una botella y que se caracteriza por un periodo transitorio en el que los aromas y cualidades del vino se pierden al embotellarse.
Pero se trata de una condición que se elimina con el tiempo, ya que en un par de meses se elimina. Si en este tiempo se abre una botella con ese defecto el consumidor lo nota por un mal olor que desaparece tras unos minutos en contacto con el aire.
¿Y a qué se debe?
El mal olor es causado por la presencia de dióxido de azufre (SO2) y de tioles (compuestos de azufre e hidrógeno). Una presencia que es debida a que el corcho tiene moho. Y es que el vino que entra a través de los poros del corcho puede producir moho.
Recomendaciones
Si nos encontramos un vino con mal olor al abrirlo, no hay que tirarlo, porque el contenido de la botella está perfectamente. Es aconsejable dejarla abierta unos minutos o decantar el vino. Entonces ya estará listo para disfrutarlo.