La llegada del frío suele estar acompañada de resfriados y con ellos, multitud de consejos para no caer enfermo. La prevención a través de buenos hábitos como lavarse las manos con agua y jabón es clave. Además, existen alimentos que ayudan a prevenir la enfermedad, entre los que se encuentra el consumo moderado del vino.
En concreto, el consumo de alimentos ricos en flavonoides podría detener el avance de la gripe y limitar sus síntomas. Por ello, es importante seguir una dieta rica en verduras y legumbres, junto a un consumo moderado y responsable de vino. Así se fortalece el sistema inmunitario ante los resfriados y las gripes ocasionadas por los descensos de temperatura propias del otoño y el invierno.
Los flavonoides son compuesto fenólicos de origen vegetal que tienen propiedades antioxidantes y que se encuentran en las vides, principalmente en los hollejos de las uvas y, en menor medida, en las pepitas.
En el caso del vino tinto, una investigación científica – llevada a cabo por la Escuela Universitaria de Medicina de Washington y recogida por la prestigiosa revista Science -, revela que las propiedades “antigripales” del vino se deben también a unos microbios que están en el sistema gastrointestinal del individuo y reaccionan con los flavonoides de forma favorable.