Los bebedores de vino en todo el mundo continúan mostrando una preferencia por el vino tinto, pero en 2018 los volúmenes cayeron en casi un 4% a medida que la demanda en los mercados franceses y chinos registró grandes caídas; la disminución representa el tercer año consecutivo de disminución y ha reducido el consumo al 54%. Según informa el gabinete del International Wine and Spirit Research (IWSR) las malas cosechas en Francia, Alemania, Italia, España y Sudáfrica afectaron la demanda de vino blanco, que vio caer los volúmenes en un 0,5%, la primera disminución desde 2014. Los volúmenes pueden haber caído, pero la participación del vino blanco aumentó al 36% del mercado total. .
Pero las previsiones apuntan a que las ventas de vino blanco sí se verán afectadas, aunque el cabio estará motivado por el gusto por el rosado. En los EE. UU., el rosado se está volviendo menos estacional y esto está ayudando a impulsar la demanda durante todo el año. Las ventas globales han subido en un 1.9%, y el rosado ha crecido hasta ocupar el 9% del mercado.