El vino es uno de los productos que mejor refleja las diferencias del medio geográfico, de tal forma que el conjunto de factores ambientales (clima, suelo, orografía…), que interaccionan con los factores humanos (variedad, prácticas de cultivo, técnicas de elaboración…), permiten obtener un producto único y diferenciado. Desde Bodegas el Inicio nos adentramos en esta figura tan ligada al vino.
La figura de la Denominación de Origen constituye un primer paso en el reconocimiento de este carácter diferencial. En los últimos años, los consumidores, cada vez más especializados, buscan la diversidad y demandan mayor información sobre el origen y procedencia de los vinos.
Una DO identifica un producto originario de un lugar determinado, cuya calidad o características se deben fundamental o exclusivamente a un medio geográfico particular, con los factores naturales y humanos inherentes a él, y cuyas fases de producción tienen lugar en su totalidad en la zona geográfica definida.
Es, por tanto, el resultado de la unión de productores (viticultores) y elaboradores (bodegas) que deciden conjuntamente cuál es la mejor manera de trabajar la tierra y de elaborar el vino de acuerdo a las características intrínsecas a esa zona geográfica y a un saber contrastado a lo largo del tiempo para que un producto vinculado a ese origen tenga la máxima calidad.
En España hay más de 70 Denominaciones de Origen. El órgano de gestión de cada una de ellas recibe el nombre de Consejo Regulador, donde están representados, en igual número y con los mismos derechos, los productores y los elaboradores de laY es ese órgano al que le corresponde elegir las variedades de uva autorizadas y los requisitos técnicos en lo que se refiere en cuanto a la producción se refiere. La reglamentación la elabora cada Do y es la administración la que la aprueba, al tratarse de un bien de dominio público.