Javier Marhuenda Hernández, miembro del grupo de investigación Nutrición y Estrés Oxidativo de la Universidad Católica, ha defendido la tesis doctoral titulada `Compuestos bioactivos en vino tinto y su efecto sobre el estrés oxidativo y marcadores vasculares, de inflamación, mutagénesis y degeneración del sistema nervioso central tras su ingestión dietética por voluntarios sanos´, dirigida por los doctores Ángel Gil Izquierdo, Pilar Zafrilla Rentero y Juana Mulero Cánovas.
Este proyecto, en el que han participado conjuntamente investigadores de la UCAM y del Centro de Edafología y Biología Aplicado del Segura (CEBAS-CSIC) en colaboración con Bodegas Baigorri S.A.U. (D.O. Rioja Alavesa, empresa de capital 100% murciano), ha obtenido resultados en los que se demuestra por primera vez en el vino, la presencia de unos compuestos potencialmente beneficiosos para la salud llamados fitoprostanos.
El objetivo principal de la investigación ha sido determinar los efectos derivados de la ingesta de vino tinto en la salud cardiovascular y el estado de oxidación del organismo, junto al del sistema nervioso central, con el fin de señalar qué compuestos son los responsables de los efectos beneficiosos del vino tinto.
El origen de esta investigación nace de la tradición de consumir esta bebida alcohólica atribuyéndose a su ingesta moderada efectos beneficiosos procedentes de la presencia de polifenoles. Sin embargo, debido a la baja absorción de estos compuestos, surge la necesidad de analizar la influencia de otros compuestos bioactivos presentes en el vino y sus efectos beneficiosos sobre la salud. De hecho, el investigador asegura que “hay componentes en dicha bebida capaces de ejercer la misma actividad, e incluso de manera más eficaz que los polifenoles, como la melatonina o el hidroxitirosol y además los fitoprostanos que describimos por primera vez en el vino tinto”. Por tanto, “no solo de polifenoles vive el vino” así lo afirma el ya doctor Javier Marhuenda tras la defensa.